Desde los 60 del siglo pasado la figura del heroe, después de notable apogeo, comenzó a perder protagonismo en América Latina. Muchos depredadores ideológicos, como la iglesia por ejemplo, encabezaron la cruzada antiheróica mas grande que la humanidad haya presenciado, solo para desmitificar y echar por tierra la singular presencia de un nuevo tipo de héroe: Fidel en La Habana. Comenzaba así la época de la pesadilla perfecta: la liberación del latinoamericano.
Y cuando se habla de liberación automaticamente pensamos en la represión que viene del otro lado, es decir, de terceras personas y organismos y nunca advertimos la represión espontánea que nace en nosotros, de nuestros frenos ideologico-espirituales. Por ejemplo, si soy temeroso de la ira de Dios no levantare mi dedo para revelarme contra la situación de pobreza que me ha tocado vivir, pues el Creador dispuso que fuese asi mi destino. Y ese acto de rebeldia es considerado como deslealtad.
El héroe es aquella entidad que no solo se rebela contra la injusticia sino que reordena la situacion caótica y la convierte en armónica. Luego entonces, el héroe es el paradigma de todos o de muchos, o casi todos. Pero si el Héroe distribuye, equitativamente, riquezas reales entre comunidades reales, instaura un sistema de justicia social y dota a los ciudadanos de la mejor arma para mantenerse libres: la ilustracion, ese nuevo tipo de héroe, que ni vuela ni salta de edificio en edificio, es una amenaza.
A 20 años de la caida del Muro de Berlin otro muro ideologico continua en pie: el embargo. Y la diferencia primordial entre Robin Hood y Fidel, estriba en que la repartición de los bienes no solo se limita al plano material, sino que el Dr. Castro, como algunos le llaman, el Comandante, como le llamamos otros, ha sabido distribuir la mayor riqueza que pueblo alguno pueda concebir: la ilustracion. Ilustración necesaria para burlar el cerco, sobrepasar el muro y debilitar el embargo. Luego, entendemos por qué este tipo de héroe es tan polémico y peligroso. No solo liberó, sino enseño a los cubanos el camino para mantener su independencia. Y para ello se acogio a la doctrina del Maestro: Ser cultos para ser libres.
Tanto valor ha perdido la figura del héroe para los latinoamericanos que ni su teatro ni la sociedad reconocen nuevos patrones masculinos y han dirigido la mirada hacia la mujer, como sinónimo de esperanza, renovación y cambio, tal vez por su condicion de dadora de vida, tal vez por la emancipación ascendente que la mujer ha protagonizado en America Latina.
Lamentablemente conocemos las escaramuzas inarmónicas de algunos compatriotas que continuan pensando que la internet y los viajes son la solucion a un agudo problema llamado embargo.
Con tristeza continuamos viendo como algunos cubanos mantienen una postura desordenada en torno al proyecto de la Revolución, que si bien no es perfecto, por su condición humana, ha contribuido a mantener encendida la llama del héroe salvador en muchos hogares latinoamericanos, como se mantiene protegida en Chile, detrás de muchos armarios, la imagen de Salvador Allende, nombre que siempre me ha parecido altamente simbólico. Porque hablamos de héroes reales, en circunstancias reales, con aportes tangibles.
Con humildad alerto a mis compatriotas sobre los falsos cantos de sirena. Muchas veces la libertad no está donde dicen estar y la confusión ciega en momentos de desaliento. Vale más el alimento frugal, el techo propio y la seguridad que la abundancia de alimentos, detras de las vidrieras, la renta mensual, el estigma de ser extranjero y la inseguridad que la droga, la corrupción y el desamparo. América Latina languidece en manos de los traficantes de estupefacientes y las mafias regionales. Las madres reniegan de la Internet porque sus hijos ya no les pertenecen y los viajes al exterior, "easy come easy go", son una pesadilla para miles de familias que reciben a sus hijas prostituidas o no las vuelven a ver nunca mas. Los modelos neoliberales han carcomido la esencia del continente y la renovación de la postura del héroe es necesaria, porque el caos hay que convertirlo en orden.
Los versos del poeta continúan vivos a pesar del tiempo: "Hace falta una carga para matar bribones... porque la obra aun no termina y la libertad, no siempre esta donde dicen. Es por eso que, como Carilda, aun le canto a Fidel.
sábado, 21 de noviembre de 2009
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